RELATOS PARA UN FINAL DE SEMANA –I-
--NO ESPERES QUE TE LO
CUENTEN—
-CON CALBOCHERO,
LUMBRE DE SUELO Y PINTA DE ANÍS INCLUIDO-
¡Mira estas
fotos, amigo! Son de la red y aquí verás muchas más de la Alberca.
“Mis padres han
ido hace unos días a tu pueblo y dicen que les sigue gustando mucho, igual que
cuando hicieron Marcelino Pan y Vino que estuvieron allí viendo algunas escenas”.
¿Cómo dices que
se llama? ¡Recóncholis! La Alberca.
Te lo voy a aclarar…
Viendo estas
fotos no te molestes, que tengo reservado allí este fin de semana.
Y ahora espera
que te diga yo. Llamé a una tienda para que me reservaran 10 kilos de ese
chorizo de nudillos que me encanta. Me ha dicho el tendero que me contará como
lo hacen y cómo lo hacían antes y demás que por esa cantidad me invita a un pase
para ver después la Casa de Satur Juanela que es un museo muy “apañadito” y
familiar.
Pues chico has
tenido suerte, vamos a ver si lo arreglamos que “pa´allá” me voy yo también
contigo.
Viendo estas
fotos, dime, que mi abuela era de Tamames y las casas no son iguales.
¿Por qué estos
caserones de La Alberca son tan altos? Aquí pone la viga madre, el entremijo,
la espetera, el campo casa,…¿Qué es eso?
¿No hemos quedado
que es mejor que nos lo cuenten allí? ¿Y Satur sabrá de esas cosas? Mejor que
yo, ya verás.
Y tú, ¿decías
que te llamabas…?
Peromingo, soy
un personaje ficticio que además de venir a este blog, vivo en el Alto de las
Peñas Tiritinas, allí tienes tu casa si quieres pasar un día fresquito, estás
invitado. Ahora lee esto que relato aquí y recoge mi amigo Isidro.
¿Isidro? ¿El de don Luciano…? “Pos´claro,
hombre!” El que jugaba con nosotros a la chirumba y corríamos al aro, al
“pión”,…
Como yo le vea…,
le voy a contar, eso que sé de los
paquetes de tabaco que de chico le quitó a su padre y se fue a fumar con
mi tío y sus amigos “pa” detrás de la
casa de los Calentinos…
Bueno, pues mira
ahora estas fotos. Y en la próxima entrada te podré algunas de las trovas,
decires y relatos de Peromingo.
Pero ya sabes…Y…
No esperes que te lo cuenten.
¡Al natural, niño, al natural!
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