RELATOS PARA UN FINAL DE SEMANA –II-
--NO ESPERES QUE TE LO
CUENTEN-
¡Al natural, niño, al natural! De
La alberca hay libros, escritos, publicaciones, extraordinarios cuadros, fotos
que hacen historia,…Pero ante todo, hay algo más, que es un pueblo, -“el pueblo
tan pueblo”, como decía Unamuno-.
Si quieres conocer las misteriosas
costumbres de estos pueblos de Castilla, su peculiar vida, tienes que ir allí.
Estar con sus gentes, en sus casas,
calles, iglesia, plazas,…; charlando en sus rincones, viviendo y sintiendo sus
costumbres y tradiciones. No esperes que te lo cuenten como si fuera un frío
monumento un guía de ciudad. Habla con sus gentes y sobre todo con las que
están sentadas en los poyos de las puertas de sus casas, lo harán con el máximo
agrado y orgullo.
Peromingo así lo trova y te lo relata:
No esperes que te lo cuenten. / Hay que verlo al natural.
Como lo viven, lo sienten
En lo más tradicional.
Con ese acento y esa gracia / Que
muestra la serranía.
Con viveza y perspicacia
Y una noble gallardía.
¿Esa casa?...Mire usted. / No la ve. Se
está cayendo.
Gracias a que esta pared.
-Se la estoy yo sosteniendo…-
No se
me asuste. Ahora ved. / Mientras continúa sonriendo
Este cachillo… ¡Comed!
Y siga y siga sonriendo.
El chorizo aquí es del cielo. / La
morcilla su gran gloria
El vinillo es el consuelo.
¡Precisan dedicatoria!
De lo demás no más cuento. / Que lo que
ve es de su agrado.
¡Qué dónde está el monumento?
Pero si está usted embobado.
No te vayas sin las fotos. / Del crucero
con su fuente.
De tiempos ya bien remotos.
El conjunto… ¡Sorprendente!.
¿Y la esquila? ¿Y su salmodia? / ¿El
rincón y su entramado,…?
Como lo viven lo sienten.
Y en el tiempo su custodia.
No esperes que te lo cuenten / Ni
contemos con agrado.
¡Vívelo! Verás. Lo sienten.
Yo les pido que se acerquen
Que es muy poco lo contado.
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