LAS LUNAS DEL
MES DE AGOSTO
La Alberca, al
estar a los pies de la Peña de Francia, goza además de su singular arquitectura
y prístinas tradiciones- propias de un pueblo de características medievales-,
de un clima agradable y variado.
Temperaturas suaves y fácilmente llevaderas en
el verano y principios del otoño. El invierno es otra cosa.
EN VERANO Y
OTOÑO:
POR EL DÍA, si
tenemos la suerte de poder disfrutar en sus viviendas de una de sus clásicas
solanas son un lugar predilecto para poder gozar de sus paisajes, amplios
valles, atrevidas montañas. Actividades, por el pueblo, calles, plazas, fuentes
y rincones que mantienen el pulso diario de su tranquila y sosegada vida .Muchas
viviendas disponen también de pequeños
cortinales.
Y LLEGA EL
ANOCHECER
El toque de la
campanilla, por todas las calles del pueblo anuncia que es la hora de las
Ánimas, mientras la noche que ha llegado en un momento, nos invita a pasear, a salir del pueblo, con esos amigos que son de
los mismos gustos, aficiones e inquietudes.
LA RUTA DE LAS ERMITAS
Hemos quedado en
la Plaza, esperando sentados a los pies de su admirado crucero y allí marcamos
el camino a seguir.
¿Qué os parece,
salimos hacia La Puente? Allí en la barandilla del puente nos detenemos a ver como bajan sus aguas con
ese murmullo de pendientes que vienen de
los alrededores de la Peña del Huevo. Hay que coger la Carretera de
circunvalación con sus vueltas y revueltas entre nogales y castaños -cada vez
menos abundantes-. Pasamos la Huerta de la Chanca,un lugar muy significativo de
pendiente muy inclinada. Estamos ya en la entrada del pueblo. Apenas unos
metros, la carretera que va a Salamanca. Pasando el riachuelo de San Antonio
nos detenemos ya en la puerta de la ermita que lleva su nombre.
ERMITA DE SAN
ANTONIO
Buen lugar para
sentarnos junto a su pórtico y descubrir su interior por sus dos ventanas
enrejadas. Han pasado ya las horas de petición de novio para las hijas o de
objetos perdidos que el santo, según la creencia popular, puede ayudar a
encontrar lo mismo que las ansiadas lluvias para sus cosechas. Después de
observar su misterioso interior hay que volver a hacer piernas, carretera de
Batuecas hacia arriba, y desviarnos apenas unos metros hacia la Ermita del
Humilladero.
ERMITA DEL
HUMILLADERO
Según los tiempos y los días se pueden abrir
desde fuera sus ventanales con sus columnas de madera un poco carcomidas por el
frío y por las lluvias. Es admirable ver las cosas que se guardan en su
interior. Destaca su buen artesonado de madera. Este camino debió de tener
importancia en los años en que se entraba
y salía del pueblo hacia Salamanca, La Peña de Francia…
Volvemos a salir
hacia la curva de la carretera, donde tras una suave pendiente, entre rocas y
peñas, hace gala una soberbia cruz de piedra. Este era y es, el camino que las
devotas de todos los tiempos siguen camino
las Eras rezando su rosario hacia el Alto del Calvario.
LA ERMITA DE SAN
BLAS
Pero es de noche y apenas dados cuatro pasos a
la izquierda nos encontramos la Ermita de San Blas. Esta ermita tiene mucha
historia y buenísimos poyetes para sentarnos. Dar unos breves paseos hacia El
Portillo y bajar otra vez por su camino hacia el pórtico de la mencionada ermita. El paseo es breve pero intenso
de emociones.
LAS LÁGRIMAS DE
SAN LORENZO
Subiendo por la
carretera hacia las Eras nos detenemos para contemplar el cielo y empaparnos de
las estrellas que marca la Vía Láctea y esperar a tener la suerte de poder ver
algunas de las lágrimas de San Lorenzo. Es el momento en el que los poetas y
admiradores de la noche se inspiran. Apuesta el fotógrafo por su mejor
instantánea mientras se saborean las anécdotas y conversaciones del entusiasmado grupo. La
luna de ello será testigo y especial protagonista.
ENCUENTROS CON
LA PALABRA
LAS LUNAS DEL
MES DE AGOSTO
Hay quien dice
que son muchas.
-las lunas del
mes de agosto-
Pienso.
Que hay solamente una.
Que no cambia,
se auto-hornea
Entre
un inmenso derroche
De estrellas.
Y se recrea.
Singular broche
De luces.
Que son su cuna.
Tú me dices...
- ¡Paparruchas!
¿Con capuchas?...-
-Hay reproches.
¡Lunáticos con
fortuna!-.
Canción de la medianoche.
A la luna, luna,
luna,…
De la media, de
la entera…
Cornituerta o
mañanera,…
Luna, lunita,
lunera
¡Que nadie o
nunca desuna!
No me digas que
son muchas…
Pasan
los días… Son una.
Más o menos paliduchas
Lunas,
lunitas, luneras.
Todas con el
mismo rostro
Gorditas o
delgaduchas.
Pero de la misma
cuna.
Y de familia, lunera.
Del cielo y del
mes de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario