REMEMORANDO LA
REPOBLACIÓN FORESTAL
-VALENTÍN -
-LOS PINOS Y EL
BAILE-.
Hay nombres,
pese a su “pequeñez” gramatical, nos engrandecen.
¡Qué mal sonaría
eso de Valentón! No obstante a la “pequeñez” va unido el afecto. Si decimos
“eurito”, aparte del cariño que les tenemos todos, no los hay ni grandes ni
pequeños, sino son de su justa medida. Y de
posesión pequeña, al menos por nuestra parte.
Pues bien.
Valentín, era un amigo de nuestra juventud, que le admirábamos mucho. Se
levantaba, con unos dieciocho años, a las cinco de la mañana. Eso ya era
una gran proeza, en nuestro pueblo de la década de los sesenta con las
inclemencias del tiempo y lo duro de los trabajos.
Valentin iba a
Batuecas a plantar pinos. El trabajo- nos decía- está bien pagado; pero, por lo
que escuchaba eso era “pan para hoy y hambre para mañana-. “Nos han quitado el
monte, ya no puede haber cabras, ni hacer carbón,…”.
“Hasta ahora,
hacías unos saquitos de carbón. Si tenías dificultad con los sacos, don
Severino tenía una pequeña cooperativa
que te los prestaba. Luego se hacía una buena carbonera en el monte. Los
sacos los llevabas con el burro donde la cochera de los Calentinos e ibas
tirando el día a día”.
Valentín, un
buen día emigró, se iría para el Norte o para Alemania y ya no volví a saber
más de él.
Mi vida no
fue tan dura como la de Valentín, pero
también tuve que emigrar a Andalucía
para trabajar y hoy tener que añorar, sin duda alguna, a nuestro pueblo.
Para mí
Valentín, era un auténtico héroe. Se pasaba el día plantando pinos,
destrozándose los riñones en Batuecas y luego al atardecer al llegar al pueblo
si había baile en la plaza, no se lo perdía.
¿De dónde podría
sacar esa fuerzas, después de tan duro trabajo? Metía la cabeza en la fuente de
la Balsada, agua sin duda milagrosa, se pasaba el peine en el reflejo del agua
y a buscar a los amigos. ¡Qué bien venía un porrón de tinto del Soto donde el
Porru! O “medio metro de vasos” donde Marcos.
Y la
conversación habitual: “Nos vamos a quedar sin castaños, sin nogales,..Los
acuerdos del gobierno franquista con los americanos-afirmaba el que había
estudiado para cura -y se había salido,
pese al disgusto familiar-, es iniciar la repoblación forestal”
¿Y eso qué
es?...le decía Jesule.
¡”Joé”, bajo un pino!”…Bueno dejaros de “bobales”,
contestaba el ex –seminarista. Que en América los fuegos son desbastadores
porque este tipo de coníferas que están poniendo, crecen muy rápido; luego
“arden que se las pelan”
¿Y Valentín
donde ha ido? No le ves bailando un
“agarrao” en medio de la plaza.
Mientras el tamborilero se las bordaba tocando la
Dolores.
No a la Dolores,
sino esa canción que dice: “En coplas se vio la Dolores, la flor de Calatayud”-¡Bueno
como se escriba…!
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