miércoles, 27 de julio de 2022

REMEMORANDO LA REPOBLACIÓN FORESTAL -VALENTÍN - -LOS PINOS Y EL BAILE-.


 















REMEMORANDO LA REPOBLACIÓN FORESTAL

       -VALENTÍN -

-LOS PINOS Y EL BAILE-.

Hay nombres, pese a su “pequeñez” gramatical, nos engrandecen.

¡Qué mal sonaría eso de Valentón! No obstante a la “pequeñez” va unido el afecto. Si decimos “eurito”, aparte del cariño que les tenemos todos, no los hay ni grandes ni pequeños, sino son de su justa medida. Y de  posesión pequeña,  al menos  por nuestra parte.

Pues bien. Valentín, era un amigo de nuestra juventud, que le admirábamos mucho. Se levantaba, con unos  dieciocho  años, a las cinco de la mañana. Eso ya era una gran proeza, en nuestro pueblo de la década de los sesenta con las inclemencias del tiempo y lo duro de los trabajos.

Valentin iba a Batuecas a plantar pinos. El trabajo- nos decía- está bien pagado; pero, por lo que escuchaba eso era “pan para hoy y hambre para mañana-. “Nos han quitado el monte, ya no puede haber cabras, ni hacer carbón,…”.

“Hasta ahora, hacías unos saquitos de carbón. Si tenías dificultad con los sacos, don Severino tenía una pequeña cooperativa  que te los prestaba. Luego se hacía una buena carbonera en el monte. Los sacos los llevabas con el burro donde la cochera de los Calentinos e ibas tirando el día a día”.

Valentín, un buen día emigró, se iría para el Norte o para Alemania y ya no volví a saber más de él.

Mi vida no fue  tan dura como la de Valentín, pero también tuve que emigrar  a Andalucía para trabajar y hoy tener que añorar, sin duda alguna, a nuestro pueblo.

Para mí Valentín, era un auténtico héroe. Se pasaba el día plantando pinos, destrozándose los riñones en Batuecas y luego al atardecer al llegar al pueblo si había baile en la plaza, no se lo perdía.

¿De dónde podría sacar esa fuerzas, después de tan duro trabajo? Metía la cabeza en la fuente de la Balsada, agua sin duda milagrosa, se pasaba el peine en el reflejo del agua y a buscar a los amigos. ¡Qué bien venía un porrón de tinto del Soto donde el Porru! O “medio metro de vasos” donde Marcos.

Y la conversación habitual: “Nos vamos a quedar sin castaños, sin nogales,..Los acuerdos del gobierno franquista con los americanos-afirmaba el que había estudiado para cura -y se había  salido, pese al disgusto familiar-, es iniciar la repoblación forestal”

¿Y eso qué es?...le decía Jesule.

¡”Joé”, bajo  un pino!”…Bueno dejaros de “bobales”, contestaba el ex –seminarista. Que en América los fuegos son desbastadores porque este tipo de coníferas que están poniendo, crecen muy rápido; luego “arden que se las pelan”

¿Y Valentín donde ha ido? No le ves bailando un  “agarrao” en medio de la plaza.

Mientras el  tamborilero se las bordaba tocando la Dolores.

No a la Dolores, sino esa canción que dice: “En coplas se vio la Dolores, la flor de Calatayud”-¡Bueno como se escriba…!




No hay comentarios: