“Simón Jarero fue un famoso bandido que hacía sus andanzas por Batuecas. Natural del pueblo cacereño de Montehermoso, tenía en La Alberca un buen amigo que vivía en el Mural del castillo, le apodaban el tío Zampa. El gobierno había puesto precio a la cabeza del bandido, cuando fue capturado y muerto el tío Zampa pudo pasear por el pueblo todas las pertenencias que tenía de él” esto nos cuenta el Padre Hoyos de la vida de este famoso bandolero que de tanto andar por la jara (planta de hoja perenne y pegajosa) se quedó con su mismo nombre.
LOS BANCOLEROS
(cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia)
Hace un frío…¡qué!...¿Las” pelas”?
-“Que” no haría falta que ponga-
Que hasta los pies se prolonga
Si me voy de la candela.
¡Tabernero! ¡Otra copa!
¡La más grande! ¡De aguardiente!
Y el “cardito” de una sopa
Si no tiene inconveniente.
Hoy paga Simón Jarero
Que ha subido de Batuecas
Cual valiente bandolero.
-Si te mueves…no hagas muecas-
Yo les quito a los que tienen
Si se pasan de tener.
Tener mucho no conviene
Ni se puede mantener.
Vamos que soy todo un banco
Una entidad de futuro.
No me verán que soy manco
De cuatro me quedo un duro.
“Pa” socorrer al primero
Para robar al segundo
Para prestar al tercero.
Amigo de todo el mundo.
Me entorpece la labor
El ricachón torpe y vil
Que ni honra ni tiene honor
Chiva a la Guardia Civil.
Si no hubiera Bancoleros
Y así y todo perseguidos
Menos habría “por-dios-eros”
¿Más? ¡O menos, conocidos!.
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