ESTABLOS. CUADRAS. BELÉN / LA ALBERCA
-DIÁLOGOS EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO-
I I-
-Continuación-
-¿Y la Casa Parroquial ¿Tenía cuadra?
-No hombre, no pueden tener niños…¡Entiéndeme!
Tampoco tenían cuadras ni el herrero, ni
el carnicero, ni las tabernas -¡Había unas pocas!...- Tenían cuadras, pero en
otras viviendas.
Yo como te he dicho nací aquí, soy
albercano. Cuando mi madre estaba a punto, dijo mi abuela “llamai a la tía
Luisa, la Pitoca”. Al rato la tía Luisa dijo ya podemos llamar a Don Luciano.
El médico me cogió y me puso en brazos de mi madre. Y yo le dije: “Gracias
mamá, por haber nacido en un pueblo tan bonito”. Porque ahora las madres tienen
que irse a Salamanca. Y hacen un convenio,
para decir que vieron la primera luz en
La Alberca,…
-Gracias, Manuel. Ahora entiendo lo bien
que estaba planificada la vida de estos pueblos. Lo importante es que las
nuevas generaciones no olviden todas estas cosas que han sido producto de las
experiencias de sus buenas gentes.
-Bueno, Jesús. Como “pa” Semana Santa ya
eres mayor, ven a La Alberca así comprenderás la devoción que te tenemos. Y te
presento a Juítas, te invito a comer hornazo. Y ya verás… te sacaremos en
procesión. ¡Vamos! Con los máximos honores con capas, hachones, cantando el
perdona tu pueblo,…Y el día que resucites, la fiesta va a ser a lo grande, con
chochos, obleas, turrón, encetaremos el hornazo con navaja nueva,...
Y tocará la flauta y el tamboril.
-¡Hasta entonces, Manuel!
- Y en eso…¿En qué quedamos?
-Tú bien lo sabes, dos personas
distintas y un mismo amiguete.¡¡Pues Vale!!
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