CUENTOS DE NAVIDAD:
REGRESO AL FUTURO
DONDE SE HABLA
DE UN NUEVO PRODUCTO QUE REVOLUCIONARÁ NUESTROS HÁBITOS ALIMENTICIOS
--LAS PILOS--
Apenas llegaba
con su cabecita al filo de la mesa de madera de nogal y ya estaba cogiendo una
castaña pilonga. Le encantaban.
-Abuelo, tenemos
que subir al calbochero
-Pero, niño, allí
no se sube ni se hacen; habrá calboches pero las pilongas tenemos que bajar a la cuadra o al cortinal para terminar de
hacerlas, allí hay más espacio.
-Pues, vale,
vamos para allá.
-Bueno, niño,
vamos a ver si nos explicamos. En el calbochero, que es ese cacharro que estás viendo
con agujeritos, se meten las castañas y se arrima a la lumbre.
¡Déjame que lo mueva un poco!. Parece que ya
van estando, pero los calboches los dejamos
para la tarde.
En el alto
de la lumbre ¿Ves esa gran alambrada que está encima? Pues, ahí se extienden
las castañas.
-Y el humo ¿Por
qué sale tan despacito?
- Se va colando,
entre las rendijas y eso hace que se vayan secando lentamente
-Y después
¿Dónde vamos a ir..?
-Espera, que yo voy
a subir al sequero. ¿Te has enterado? al
sequero. Cogeré un saquito de castañas y nos vamos para abajo.
¡Agárrate bien a la cuerda, no te vayas a caer…!
¡Agárrate bien a la cuerda, no te vayas a caer…!
-Y,
antiguamente, cuando tú eras niño, ¿También se hacía esto así…?
-¡Qué va! Son
cosas de hoy. Antes todo lo hacían las máquinas, y el robot de la abuela nos tenía idiotizados, no nos dejaba hacer nada. Un aburrimiento. Y
cuando menos lo esperabas, basta que viera una miguita de pan, se ponía
de pie y la absorbía en un instante. Hoy las cosas han cambiado se hace todo más
natural y artesanal. Las máquinas aquellas no pensaban.
-¿Y a los robots
teníais que pagarles?
- Pagarles no,
te exigían un seguro de vida y las baterías
de agua seca, estaban ya por las
nubes.
- Pero vamos al
caso, tú coge el saco por esa esquina y yo por esta otra y cuando yo te diga nos ponemos de acuerdo para cimbrearle
sobre ese pequeño tronco de madera que ves ahí.
-Me encanta y es muy fácil.
-¡Mira! ¡Qué
abro el saco…!. ¿Ves? cómo las cáscaras se separan?... Vamos a ir echando
las castañas a un lado y al otro las cáscaras.
-Abuelo ¿Puedo
ir comiendo ya una?
-Una sí; dos..., no
se aguantan ¿Y tres?- recuerda el Lazarillo
con las uvas….te delatan.
El festín de las castañas pilongas gracias a
las nuevas tecnologías del progreso y desarrollo les había
tenido unidos durante bastante
tiempo Porque los robots mecanizados que
les hacían todas estas cosas estaban ya
un poquillo hartos de estar tan mecanizados y de oír tantos tacos como se les
lanzaban.
Estaba acabando
ya la absurda época robotizada y las cosas volvían a su
verdadero cauce o ¿era el futuro que acababa que se adelantaba
con pasos agigantados?
Ustedes dirán, porque nosotros tenemos las cosas bien aclaradas, aunque el café menos espeso
de lo que se esperaba.
¡Felices tomas naturalizadas de la Navidad del 2018!
Y prosperas
castañas pilongas ya no digitalizadas del año en curso.
-CLIC en las fotos para verlas más sabrosas-
El desorden de los renglones se debe a duendecillos que les atacan de vez en cuando.
-CLIC en las fotos para verlas más sabrosas-
El desorden de los renglones se debe a duendecillos que les atacan de vez en cuando.
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