EL SENTIDO DE
LOS VILLANCICOS
Años después de
la guerra, los villancicos que eran canciones profanas de origen popular se
fueron asociando a la Navidad Y aquellas
canciones que se cantaban, Rondas de mozos por las calles, cogidos del hombro,
con almireces, sartenes, botellas de anís con la llave; como La Marimorena, los
Peces en el río, Arre borriquito, al Niño Manuel, fueron pasando al altavoz de
la torre que ponía Don Saturnino y se escuchaban por medio pueblo.
Luis, el
sacristán con su destartalado órgano las interpretaba en determinados momentos
y así dentro de la Iglesia escuchábamos Noche de Paz, Adeste Fideles, Al Niño
Manuel, A Belén pastores,……
Y nosotros por
lo bajini, mientras nuestras madres andaban mirando alguna cosilla por los
comercios de la Pilata y del señor Honorio cantábamos: “Ya vienen los reyes/
Por los Sindrinales/ Ya le traen (al que fuera…) y lo rimábamos con “-ales”.
No estaban los
tiempos para muchas florituras y si se hacía una cabalgata nocturna en la misma puerta de la escuela por
mucho que se empeñara el rey Melchor en que le conociéramos, todos sabíamos que
era Navarro, con su caballo adornado.
Pero los Reyes
no venían por Navidad, estaban todavía por El Prado de la Carrera, cerquita de
la casita de Capi; las cajas reales eran un poquito insulsas y el turrón tenía
el hacha muy poquito afilada. No
valorábamos lo que teníamos en abundancia, como las nueces y las castañas que
estaban muchas veces por los suelos de los caminos y hoy están por los cielos.
La Misa del Gallo, los bizcochos, los casorios, las castañitas pilongas, los
calboches, y sobre todo la copita de aguardiente nos ponían al corriente de las
fiestas.
¡Qué tendría
Dios del Cielo / Aquel líquido especial?
Que
era remedio y consuelo
Jarabe
medicinal.
Campesinas,-
como quieras-
Son
el mejor capital.
Y al aguardiente
señores / elevar su dignidad
Porque
alivia los dolores
Y
alegra la Navidad.
Una de las
canciones, casi un villancico, que se cantaba por aquella época con mucha
emoción era la famosa de los Trigales Verdes. Con diferentes versiones por
problemas de autores, pero así se cantaba en La Alberca: “Ayer tarde yo cantaba
/ Mientras mi niña/o dormía.// Y los almendros lloraban /–Bis- de la infinita
alegría.//
Qué bonita/o está
mi niña/o/ Qué bonita/o cuando duerme. / Se parece a una amapola/ entre los
trigales verdes.//-bis-
Jugaban al
escondite / El sol con los limoneros.//Y los almendros lloraban/ -bis-Por ver
dormir a un lucero.(…) Que no se dormía, el ritmo era más rápido:
El arre
borriquito / Arre, burro arde/ Arde borriquito/ que llegamos tarde,…
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