lunes, 29 de abril de 2019

LA SOLEMNIDAD EN LA COMPOSTURA





























                         LA SOLEMNIDAD EN LA COMPOSTURA

¿Qué mejor compostura se puede tener para la solemnidad de un acto!
Hay que ofrecer a la Virgen, acompañarla en su procesión.
La capa, la botonadura de oro, el pañuelo enlazado entre la cabeza y la frente para mostrar que la presencia  es de lo más típicamente presentable.
 El varal de mayordomo bien apretado entre la capa y la mano.
Pero es el rostro, su gravedad, seriedad y sentimiento, embebido en el acto que anima el tamboril, lo más significativo. Tuvimos la suerte de poder recoger ese momento   en el que el cofrade está recogido en sí mismo, en sus pensamientos.
Seguro que estará pensando en sus antecesores familiares e igual que el niño del chupete graba en su mente el momento.
Nuestro personaje manifiesta el recuerdo del ayer, en un instante  que él mismo no se lo imagina, que puede haber sido recogido por nuestra máquina; agradable espontaneidad, sin haberse dado cuenta.



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