miércoles, 17 de abril de 2019

VIVENCIAS DE SEMANA SANTA


VIVENCIAS DE SEMANA SANTA
Leyendo este magnífico boletín, el número 25 que realiza nuestro amigo Pedro Becerro para tiempos de Semana Santa, nos vienen a la memoria  aquellas procesiones  tan características  de nuestro pueblo. Las recogía de una forma disimulada alguna televisión belga como se comentaba.
Pero ante todo, eran íntimas, del pueblo, que asistía  en masa o se quedaban en casa viéndolas entre visillos, en la entrepuerta de un portalón o los menos aficionados cerrando los ventalones del bar y comentándolas en silencio.
Quienes asistían con devoción, sabían que se vivían momentos, al pasar por ciertos lugares, muy intensos; el recogimiento sobrecogía al ver a aquellos devotos que con sus largas capas y hachones de cera encendidos  mostraban signos de gravedad en sus rostros. La mujer albercana caminaba detrás de los pasos tapándose, algunas, la cabeza con pañuelos negros  que anudaban y entrelazaban  en  sus gargantas cual si fueran virgencitas salidas del mismo instante  de la pasión.
Y surgía, del fondo lejano de la procesión un coro de voces lánguidas y tristonas que entonaban “el perdona tu pueblo Señor”; este poco a poco iba invadiendo el paso y  lento caminar de los asistentes, que entre las pisadas de sus piedras y algún lamento cercano de ¡Ay, Señor! Vivía y revivía los más íntimos momentos de la Pasión.
¡Y qué tendrá este “Perdona tu pueblo” que se canta con tantísima intensidad y emoción! No quiere ver a Cristo enojado entre tanto sufrimiento. Heridas de pies y manos, azotes, clavos, espinas...
Y ladra un perro, desde dentro de una cuadra, asustado por tal acontecimiento. No deja de ladrar; de pronto calla, seguro al mandato del amo, que dice: “los perros huelen la muerte de una persona” ¿Es posible que sienta que estos cánticos anuncian su muerte? Hay quien dice que los perros lo huelen todo ¿Olerán también los pasados acontecimientos de la historia, igual que lo hacen ante ciertos  momentos posteriores?
Leyendo el boletín de Pedro se nos ha ido pasando el tiempo y la procesión. Eso sí, hemos querido buscar esta musiquilla para revivir mejor el ambiente; las voces del larguísimo coro permanecen en nosotros y en el tiempo.
¡Mañana saldrá Juítas! Al día siguiente el Santo Entierro. Y vendrá la Resurrección con el hornazo, la fiesta del Pendón y…¡Señor, perdona  tu pueblo que esto no hay quien lo remedie…!
(VER BOLETÍN Nº 25 DE LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO ALBERCANA)























































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