ANGELINA EN NUESTRA MEMORIA
Con gran sentimiento de tristeza he recibido la
noticia de su fallecimiento. Ella sabía que en muchos de mis escritos
mencionaba sus citas, sus “sentimientos de querencia y vínculos sagrados al
rememorar sus orígenes albercanos”, como muy bien dice de nuestra querida amiga
Asunción Escribano.
Hace aproximadamente un año tuve la suerte de
hablar con Angelina por teléfono. La charla fue de lo más animosa y entrañable,
en torno a todas esas inquietudes que compartimos por nuestro
pueblo. Del enriquecedor recuerdo del ayer.
Le repetí varias veces:”Angelina tengo en mi
mesa, en un lugar predilecto, tu libro “Al trasluz del origen", raro es el día
que no acudo a él, para saber y compartir todo lo que me recuerdas
de los huertos, de los ríos, de las fuentes,…” Me parece que leyéndote estoy
continuamente en La Alberca, contigo llevo el pueblo, las
gentes, las costumbres, los apodos,…toda su vida en la memoria.
Prometió mandarme otro libro suyo: “Prisma de
huellas”,-lo recibí a través de mi amigo Pedro Becerro -y que conservo también con gran aprecio, por su entrañable
dedicatoria.
Me voy a ceñir a él y a entresacar algunas de
sus páginas porque quiero que con estas compartamos y sintamos con ella; para
que perduren en nuestra memoria sus admirables y reconocidos escritos
realizados, con sus más profundos sentimientos.
Gracias Angelina, por tu nombre, por tus libros, por esos encantadores sentimientos y por ese apellido tan albercano
tuyo que mostrabas con orgullo en tus escritos, Mancebo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario