INICIATIVAS
PREPARANDO
BALCONES
Me gustan las
ideas de Mary Luz aparte que sean estupendamente dulces, impulsan una buena
presentación de calles, plazas, rincones.
EL NIÑO QUE SE
CARGÓ LA HORTENSIA
Mi madre tenía
un balcón chiquitito pero atractivo en la albercanísima calle del Tablado. Y el
balcón –menos en los duros meses de invierno- unos aros de hierro que se los hacía el señor Antolín,
padre de Vicente, reconocidos herreros en el pueblo.
Los aros siempre
hacia dentro, me decía mi madre, así los tiestos están más seguros y mejor
colocados. Yo le ayudaba a meter y sacar los tiestos en determinadas ocasiones.
El balcón era la
admiración de los turistas que pasaban sobre todo por los geranios que lucían.
Pero el caso curioso era una hortensia forrada o sostenida por
unos trozos de corcha que pesaban de lo lindo.
¡Isi, ayúdame a
meter la hortensia que a mí me cuesta y no quiero arrastrarla! Y allí iba el
que esto escribe, que por aquel entonces era más amigo de la calle que de las
letras.
¡Pero bueno,
madre, no te das cuenta que la hortensia está demasiado grande y casi no cabe
por la puerta del balcón!...
Me asesoraré con las vecinas del rincón que entienden
mucho. Con la señora Jesús; con la Inés; con la señora Dolores; madre de la
Lole, con la Dorita la hermana de Martín,el zapatero; la Ramoni; con la Luisa
la de Juan Manuel,…
En fin un buen
asesoramiento. Alguien me dio las normas del corte limpio de las ramas y cuando
ya me consideré un catedrático de la poda fui y se lo dije a mi madre y ella
accedió.
¡Cuál sería mi
sorpresa que de pronto vi a la hortensia enana y yo creo que hasta llorando, de
la cantidad de ramitas que había por el suelo. Yo ya la veía como cuando se
esquila una oveja, totalmente rejuvenecida!
Pero llegó el
drama cuando mis hermanas llegaron a casa: ¡Se ha cargado la hortensia! ¡Se la
ha cargado!
Mi madre no
decía nada y sonreía y mi padre: ¡vamos a tener una primavera muy floreciente!
Pero el disgusto continúo en casa hasta que mis hermanas se enteraron que había
hecho un buen trabajo.
Y llegó la
PRIMAVERA, la gente pasaba, miraba para arriba y decía.
¡Qué balcón más
bonito!
Toda esta
historia me la ha hecho recordar la estupenda idea de Mari Luz:
Preparando
balcones. ¡Lo que se disfruta!...
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