domingo, 22 de mayo de 2022

INICIATIVAS--- PREPARANDO BALCONES


 













INICIATIVAS

PREPARANDO BALCONES

Me gustan las ideas de Mary Luz aparte que sean estupendamente dulces, impulsan una buena presentación de calles, plazas, rincones.

EL NIÑO QUE SE CARGÓ LA HORTENSIA

Mi madre tenía un balcón chiquitito pero atractivo en la albercanísima calle del Tablado. Y el balcón –menos en los duros meses de invierno- unos aros de  hierro que se los hacía el señor Antolín, padre de Vicente, reconocidos herreros en el pueblo.

Los aros siempre hacia dentro, me decía mi madre, así los tiestos están más seguros y mejor colocados. Yo le ayudaba a meter y sacar los tiestos en determinadas ocasiones.

El balcón era la admiración de los turistas que pasaban sobre todo por los geranios que lucían.

 Pero el caso curioso  era una hortensia forrada o sostenida por unos trozos de corcha que pesaban de lo lindo.

¡Isi, ayúdame a meter la hortensia que a mí me cuesta y no quiero arrastrarla! Y allí iba el que esto escribe, que por aquel entonces era más amigo de la calle que de las letras.

¡Pero bueno, madre, no te das cuenta que la hortensia está demasiado grande y casi no cabe por la puerta del balcón!...

Me asesoraré  con las vecinas del rincón que entienden mucho. Con la señora Jesús; con la Inés; con la señora Dolores; madre de la Lole, con la Dorita la hermana de Martín,el zapatero; la Ramoni; con la Luisa la de Juan Manuel,…

En fin un buen asesoramiento. Alguien me dio las normas del corte limpio de las ramas y cuando ya me consideré un catedrático de la poda fui y se lo dije a mi madre y ella accedió.

¡Cuál sería mi sorpresa que de pronto vi a la hortensia enana y yo creo que hasta llorando, de la cantidad de ramitas que había por el suelo. Yo ya la veía como cuando se esquila una oveja, totalmente rejuvenecida!

Pero llegó el drama cuando mis hermanas llegaron a casa: ¡Se ha cargado la hortensia! ¡Se la ha cargado!

Mi madre no decía nada y sonreía y mi padre: ¡vamos a tener una primavera muy floreciente! Pero el disgusto continúo en casa hasta que mis hermanas se enteraron que había hecho un buen trabajo.

Y llegó la PRIMAVERA, la gente pasaba, miraba para arriba y decía.

¡Qué balcón más bonito!

Toda esta historia me la ha hecho recordar la estupenda idea de Mari Luz:

Preparando balcones. ¡Lo que se disfruta!...

 



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