LA ALBERCA MONUMENTAL
TRES SORPRENDENTES ADJETIVOS
Las cosas, las personas, los objetos van
especificados por su correspondientes
adjetivos. Si visitamos un pueblo, nada más conocerlo tratamos de
definirlo, buscando el adjetivo o adjetivos más adecuados, que los diferencien
de otras aldeas o lugares también conocidos.
A lo largo del tiempo, que vamos a ir conociendo del siglo XX, veremos como La Alberca, este singular pueblo
de la Sierra de Francia ha ido pasando por adjetivos que iban definiendo su
temporalidad.
-I-PUEBLO
TÍPICO
Según comienza y va pasando el siglo, el
vocablo “típico” era el que más predominaba en un ambiente culto.
La Alberca era un pueblo” pueblo”; el
“tan pueblo” como diría Unamuno donde su vida costumbres y tradiciones
marchaban al unísono. El pulso de su latir diario lo marcaba su propio sostenimiento
agrícola, ganadero, artesano, industrial, comercial,… Con un minifundismo muy
particular. Casi todos los vecinos tenían su huerta, huerto o campo del que
podrían vivir del mismo. Y los menos haciendo trabajos para los anteriores, o
de carácter temporal.
Se diferenciaba de los demás pueblos
salmantinos por su ubicación montañosa y el estar apartado de todos ellos y de
la ciudad. Tenía, no obstante, gran similitud de vida y arquitectura con los demás
pueblos cercanos – Mogarraz, Cepeda, San Martín,…-
Se diferenciaba respecto a los demás por el mayor número de habitantes y que había sabido conservar sus costumbres y
tradiciones que venían de tiempo inmemorial, mejor que todos los demás.
Al ser de paso o salida hacia las
Hurdes, región extremeña caracterizada por su aislamiento y gran atraso-
escritores, pintores, cineastas,…- habían quedado “prendados” de su vida, costumbres
y caserío, antes de adentrarse en la paupérrima región hurdana. Había sido una
gran sorpresa encontrarse con un pueblo tan único, llamativo y típico. Pronto surgió la denominación de Monumento
Nacional.
Al principio, un poco extraña pues esa
palabra no definía lo más valioso del pueblo, su vida, carácter y costumbres. Parecía
quedarse nada más en su aspecto externo, arquitectura, y caserío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario