LAS OBLEAS
-Delicioso manjar albercano sin contradicciones
conocidas-
Y con el frío, dice la gente:”Anís, “casorios”
y obleas, sin olvidar el aguardiente”
-A José María Gómez Cereceda que en
un programa radiofónico dio la clave con el nombre de este manjar de panecillos
del cielo; le tocó un cajón de obleas y las repartió por todo Sevilla, Cádiz,
Jerez, y amistades en general.
Como que en el Pedroso ya no dicen
piedra rocosa, sino Pedroobleas-
TENGO UN ALGO
TENGO UN ALGO
Tengo un algo
¡Qué no veas!
Y es un algo
Muy especial.
-¿Qué te encanta ir en talgo?
No lo creas.
-¿Hacer un vuelo espacial?
¡Calla!
Que me mareas.
Tengo un algo
¡Qué no veas!
Pues entonces…Tú dirás.
-¡¡Que me encanta las obleas!!-
Pues..¡Vete corriendo al “merca”!
¡Pero si son de La Alberca!
¡Vamos!
Que ya está muy cerca.
Y como yo soy goloso
Preguntamos
en Zarzoso.
Y si no. Verás, sonsaco
¿Qué
tal son las del Cabaco?
Y es que mi mente es muy terca
Tienen que ser de La Alberca.
-Me alegro que lo celebres
Que también las hay en Cipérez-
Y el asunto es tan veraz
Que en Monforte y Mogarraz
Pero ...¡vamos!, que está… cerca.
Y de esta…
¿A qué no salgo?
Porque, tener, tengo un algo.
¡Que no veas!...
Que me encantan LAS OBLEAS.
-Y que sean de donde sean…
¡Aunque mejor de La Alberca!-.
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