domingo, 1 de noviembre de 2020

EL DÍA DE LAS CAMPANAS

 


EL ´DÍA DE LAS CAMPANAS

Las campanas albercanas / Tocan la muerte y la  vida.

Dándote  la bienvenida / O despedidas cristianas.

Recuerda “la campanina” / Es la más chica y más sana.

EL DÍA DE LAS CAMPANAS

Hoy, hay días para todos los gustos, del cambio climático, de la mujer, del niño,… Pero, por lo menos en mi pueblo, La Alberca,-aunque no sé si está reconocido oficialmente, hay un día en el que las campanas tienen un protagonismo especial. Es el día 2 de NOVIEMBRE el día de los Fieles Difuntos. Ese día cada cierto tiempo, aproximadamente una hora tocaban las campanas, lo que hacía que los jóvenes o niños campaneros permanecieran en lo alto del campanario de la torre. La costumbre era “asar calboches”, creo que con uve se define mejor esa forma de presentar las castañas. La fiesta en torno a esos días se conoce con el nombre de Magosto. No puede faltar el porrón o la bota de vino para suavizar un mucho el sabor de la castaña. Son días de frío, del comienzo del otoño y te tienes que arrimar a la lumbre si los dedos se  quedan “engarañados”- tan helados que no los puedes mover.

“Engarañados”, agarrotados, ¡Qué  palabra más bonita y definitoria de nuestro pueblo. Y dice el dicho popular:

“Ese mozo que no echa / al mandil/ las mis castañas / es ese que quiere ser / “cuñao” de las mis hermanas.”

Valioso fruto que en tiempos de la guerra a ¡cuántos estómagos, ¡remedió los malos momentos de hambre!

RECUERDA Y CONCUERDA

Las campanas tienen su espacio, su tiempo, su momento,… ¡Qué nadie intente tergiversar sus especiales toques que invitan a la oración o a ciertos actos religiosos! Y son el principal eco de la vida emocional del pueblo, de sus gentes, de sus antepasados. Pese a que haya personas que les molesten los toques de los campanarios. Los pueblos de España, dice Federico Muelas, están pidiendo la enredadera de las campanas. “La voz de las campanas que resumía mejor que pudiera hacerlo la frase o el color el verdadero carácter del lugar”. “Hay que crear la Agrupación de Amigos de las Campanas. A coleccionar voces entrañables de bronces altos. Y acaso intentar la rectificación de la anarquía sonora. Ya lo dijo el maestro Eugenio D´Ors “Sólo habremos alcanzado al triunfo definitivo cuando las corporaciones puedan escuchar, al caer de la tarde, el sonar de las campanas”

El Día de las campanas, es un día para recordar. Cuando de niño íbamos con nuestra madre al cementerio a adornar la tumba del niño que se murió, a dedicarle unas oraciones y se quedó para siempre en La Alberca con una cruz tan significativa que mientras vivamos debemos respetar.

Sus lenguajes, cantarinas, sin dominio exclusivo, tienen que estar abiertos también a determinados tonalidades que identifican  al lugar. ¡Escucha ese alegre y breve son de la Girada de Sevilla! “El Adiós “, pues me ha emocionado, ese conjunto tan armonioso ¡Lo que son capaces de hacer las campanas! Hasta “las vacas del pueblo” si estás en Pamplona trasladan un sonido especial. La sonoridad ha sido perfecta, emocionante. Sin salirse de los cánones de sus conocidos y espaciales toques catedralíceos.

Las campanas de mi pueblo-dice la vieja canción- sí  que me quieren de veras / cantaron cuando nací ( ¡Ay del chiquirritín, nacido entre pajas,…) Y llorarán –quizás un buen rocanrol- Y eso ya cuando me muera.

 Si eres tardón más te anima./ A que seas mejor mañana.

Y si no eres dormilón / Animoso y de “cubetes”

No olvides “el esquilón”/ el turrón, los “turruletes”

Y un buen suelto de tacón.

¡Las campanas! ¡Las campanas!

Las campanas de la torre

Y el reloj que las descorre

Nos animan ¡tan cristianas!

Que te digo: ¡Vamos corre!

 Que el viejo no se amodorre

¡Las campanas! ¡Las campanas!

Hogareñas, aldeanas

¡Que la mente nunca borre!

Repiques y filigranas.

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