sábado, 22 de septiembre de 2012

4.-LAS CAMPANAS Y EL RELOJ DE LA TORRE

























4.-LAS    CAMPANAS    Y   EL     RELOJ
DEL      TORREÓN

En el torreón-fortaleza, hay dos campanas grandes que “son orgullo de la comarca”, el esquilón, el reloj y otras dos campanas más pequeñas.
La matraca se instalaba en Semana Santa y hoy al parecer ya no se realiza tal costumbre ( ni a los niños se les hacen “matracas” con el arte y la perfección que lo hacía Goyo Mañanita).
Y vienen a nuestra memoria los tiempos en que por la Festividad de todos los Santos se subía a la torre a asar castañas (los célebres calboches, con uve de calvos y con b de buenos).
 El día de los Fieles Difuntos se tocaba las campanas cada media hora con un toque suave, profundo, lento, agonizante,..
Luego por la tarde se comía cabrito o carne asada regada con un buen vino del Soto para llevar mejor las penas.
El vecindario conoce perfectamente el toque de las campanas ( y al decir esto se acuerda uno de Moisés y ellas también llevan su toque maestro).
El toque es...de alegría desbordante cuando son fiestas; de repiqueteo y de alboroto cuando hay fuego; de ocho o nueve campanadas lentas cuando es muerte de hombre o de mujer; del esquilón si hay toro ( el toque del “rejete” se queda para el tamboril y los silbidos para los mozos); la campanina “arrecia” que van a comenzar los actos religiosos.
 Si la “media” del reloj acompaña los toque la festividad es grande y si la celebración es suntuosa y hay muchos “posibles”, campanas y cohetes suenan en abundancia y al mismo tiempo.
La campana mayor es de 1754 y tiene grabado en su exterior estos versos:
La Asunción es mi patrona/ y yo con gran alegría,/
desharé nubes y vientos/ cantando el Ave María.//
Y esa otra ¿la oyes?, su poder es tal, que transmite lentamente y en suave silencio estas voces del silencio que marca el tiempo:
Las campanas de mi pueblo/ sí que me quieren de veras/
 cantaron cuando nací/ y llorarán cuando muera”.

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