VISITA AL INTERIOR:
-I-PILAS DE AGUA BENDITA
Y BAUTISMAL
Las pilas de agua bendita están dispuestas de tal manera que dependen del pórtico que elijas para que sean de entrada o salida .
Ambas pilas son gemelas, idénticas, de mediana altura y de piedra de granito.
Si no llegan los niños, la persona mayor que les acompaña, mete la mano, moja la punta de los dedos y reparte el agua bendita entre ellas, acto seguido se santiguarán.
Es norma y cortesía que ese mismo gesto se hace entre mujeres o personas de edad que con amistad entran y se acompañan. Tomar el agua bendita tanto a la entrada como a la salida es costumbre general. Dar el agua bendita es un acto más social, íntimo y familiar.
Si la memoria no me falla es en Semana Santa –Jueves y Viernes Santos- cuando en alguno de esos días se paraliza la costumbre y al que va a meter la mano se le reprocha o sonríe, por haber metido la pata (¿) al estar vacías ambas pilas.
¿Quién decía que tratar de la entrada del templo sería de pocos comentarios?
La Pila Bautismal es una soberbia pieza de 1340, bastante abierta, en los bautizos se adorna con una tela. El tiempo que se tiene al niño mirando hacia abajo por experiencia personal es asomarte a un largo, ancho y profundo mar. No es extraño que ocasione el correspondiente llanto o cuajo. Menos mal que con el convite o chocolate se pasarán las penas y con “la rebatiña” de caramelos se harán las primeras amistades.
Si nunca te habías fijado en la suntuosa tapa de la Pila Bautismal más abajo te la acerco.
Durante muchos años la Pila Bautismal estaba cercada por una fuerte verja de hierro, su llave imponía.
Hoy está abierta a todos sin verja alguna de modo que al estar más próxima se puede admirar mejor, y en verdad lo merece.
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