UNA COSTUMBRE INMEMORIAL: LAS CUARTILLAS

UNA COSTUMBRE INMEMORIAL: LAS CUARTILLAS

Una persona conocida me pregunta que ¿qué hacen en estas fotos las personas que van tan típicamente ataviadas por la calle? Mira son las cuartillas.

El nombre viene dado por esa medida de capacidad que ves que llevan las mocitas en la cabeza. Y es una ofrenda pública que se vino haciendo desde tiempo inmemorial a los recién casados en la tarde de su boda.

En ella llevan los obsequios o regalos que les van a hacer. El desfile era muy vistoso por el continuo toque del tamborilero con su flauta y los estampidos de cohetes que tiraban los mozos, muchas veces emocionados al ver también lo guapas que iban sus novias desfilando a ofrecer a los nuevos casados.

Sin duda alguna que la pólvora son reminiscencias árabes que no conviene olvidar.

Los tiempos han cambiado y en vez de explotar ya a los pies de las mozas a ver si se desequilibraban no deben faltar en el cielo porque con el toque del tamboril y la flauta le dan una viveza y colorido especial.

Los “cubetes”  avivan el ánimo y anuncian el comienzo o fin de determinados actos.

¡Qué no les entraba envidia a los de Monforte o Mogarraz cuando escuchaban en sus pueblos el eco que les llegaba de los estampidos y campanas de La Alberca! Pero a ellos también les gusta celebrar así las fiestas. Cuentan que en un pueblo cercano al cura le daba miedo de los cohetes y los prohibió en la procesión. Tuvo que abandonarla y seguir otro cura del pueblo porque los serranos no abandonaban sus tradicionales costumbres.

El correr de la pólvora los serranos la sienten y llevan en sus venas.

Aquí el bombazo te emplaza / Pero ¿Dónde me he metido?

Son los nervios de la raza

Que responden a estampidos.

 Huele a pólvora quemada / toca y toca el tamboril
Con la flauta acompasada.
 Y el fogoneo es tan fuerte / que hasta le teme, a muerte.
 La misma guardia civil.
En la ofrenda se ve a la señora María Jesús y su hija Rosa con todo el buen hacer protocolario que requiere el acto
Y familiares y amigos que van desfilando hacia la casa de los recién casados y en un orden impecable. Esta especie de cadena de aportaciones por medio de las cuartillas venía realizándose desde tiempos inmemoriales.