COSTUMBRES DE
ASÍ EN LA CALLE COMO EN EL CIELO
MOZO NUEVO..
Y… LA GORRA… “CAPÁ”
Una de las
costumbres más curiosas que había por allá por la década de los cincuenta;
mientras se esperaba la llegada del
toro, y se habían sacado algunas “pesetillas” de la siega (Durísima siega de
aquellos tiempos y por los vastos campos
de Castilla, vastos con uve que con be el juego es diferente)
Pues bien, esa
costumbre era, que el muchacho de la casa ya se ha hecho un hombrecito.
Entonces, para quedar bien con él ya que ayudaba mucho a las faenas de la
casa, era comprarle una “navajita”-mango de madera-, donde la Tere la Pilata, o
Poli el padre de Remundín; y después una gorra
“en cá” la Benilde, del señor Honorio; en esos sitios como en Domingo
Mecu se podrían también comprar unas cuantas docenitas de “cubetes” para que la Ofrenda fuera bien “soná”- al estilo del
correr de la pólvora de los moros, -“pa´ que me entiendas”, según la marca de
su procedencia.
Pues bien, llegaba el amiguete todo contento al Cemento, muy orgulloso con su gorra nueva. Al instante, el ojeo malicio de los amiguetes cambiaba la historia: ¡Mira la gorra… sin capar! ¡A eso no hay derecho! Y comenzaban los tanteos: “¡A onde las comprao”! Sobraban explicaciones. Un manotazo, sin querer, y la gorra había desaparecido con los enfados del novato. ¡Cómo verás hay que caparla como aquí se ha hecho con todas!
Enfados. Lloriqueos. Discusiones. El no te pongas así, tío.,..
Y de pronto… la
gorra estaba capada y había que aguantarse. La suerte es que eras ya, uno
igualito a todos los demás. Y a esperar
al coche de línea, que venía cargadito,
hasta la baca, parte de arriba llena de gente.
Brazos.
Empujones. Gorrazos por detrás y todos
cantando Tablao adelante: “Tiene la tarara, unos pantalones, que de arriba
abajo todo son botones. La ta ra ra sí,la tarara no Y ya…a repartirse por todo
el pueblo.
Se había
bautizado una gorra en el cemento y quizás alguna que otra copla podía surgir.
Porque en La Alberca había muchos y buenos copleros/ eras.
¡Ay! ¡Quién se
ponga a llorar!.. / Porque le capen la gorra / Lo tendrá que soportar / Y sino
mejor ¡que corra!./ / Capao es tener posición. /
Veterano era en
la mili / Y en el pueblo distinción / de la Manoli, la Pili / y de tener cabezón./ Llamarse si puede Wily / Y ser algo más del montón,
Hasta aquí copla
y relato que relató nuestro amigo Peromingo
con una clásica salida de las suyas
Quien al ver la gorra que nos acompaña no tenga tentaciones; tijera en mano…seguro que no es un clásico albercano de las bromas
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