El heno
El heno es la hierba segada y seca que se transportaba del campo al pueblo. Se descargaba en la calle y luego había que subirlo a lo alto del "sobrao" por medio de una polea. ¡A quién no le gustaba echar una mano y "auná" el haz para que el otro tirara desde arriba y no se enganchara a los cables de la luz? "¡Tirai ya!, "¡Qué va para´rriba!" , ...
El verano en las eras:
Las eras eran un terreno bastante grande y comunal que en verano se utilizaban para trillar. Se llenaba de "parvas" con el continuo acarreo de mulos, burros, caballos, carros de bueyes, ... Antes de trillar los haces se amontonaban y mientras comenzaba la faena era un buen lugar para esconderse y jugar. Luego había que tener un buen sombrero de paja y a dar vueltas montado en el trillo. En la merienda no podía faltar el queso y cuando acababan las faenas , al anochecer, los chiquillos nos dedicábamos a jugar metiéndonos por todas las parvas de la era.
Loa en la Senjá
La peña de la Senjá era un excelente lugar para jugar. Previamente alguno se había encargado de echar un bando a los vecinos: "Se ruega a los vecinos que hay Loa en la Senjá y la entrada es gratuita".
Los niños adornábamos la peña con ramas de árboles y piedras.El público de niños se acomodaba en las paredes de al lado. Había quienes nos miraban siempre de reojo y quien se perdía la función si le salía en ese momento un encargo de su casa. La función comenzaba disfrazándonos con hojas de castaño, o nogal unidas unas con otras y puestas en el cuerpo y en la frente. Al demonio se le tiznaba la cara. Los petardos se metían en una "cañiveta":"Vomita ya vil serpiente, ..." Nos tapábamos los oídos y más los ojos. El traqueteo iba seguido de risas y discusiones. Los asistentes intervenían: " pues no, no se dice así, tienes que decir, ..." y siempre se terminaba diciendo los mismos versos "vomita ya... -ISIBE-.
Loa en la Senjá
La peña de la Senjá era un excelente lugar para jugar. Previamente alguno se había encargado de echar un bando a los vecinos: "Se ruega a los vecinos que hay Loa en la Senjá y la entrada es gratuita".
Los niños adornábamos la peña con ramas de árboles y piedras.El público de niños se acomodaba en las paredes de al lado. Había quienes nos miraban siempre de reojo y quien se perdía la función si le salía en ese momento un encargo de su casa. La función comenzaba disfrazándonos con hojas de castaño, o nogal unidas unas con otras y puestas en el cuerpo y en la frente. Al demonio se le tiznaba la cara. Los petardos se metían en una "cañiveta":"Vomita ya vil serpiente, ..." Nos tapábamos los oídos y más los ojos. El traqueteo iba seguido de risas y discusiones. Los asistentes intervenían: " pues no, no se dice así, tienes que decir, ..." y siempre se terminaba diciendo los mismos versos "vomita ya... -ISIBE-.
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