Oficios perdidos
La colchonera.
Vivía junto al lado del médico. Ella era habitual en su consulta pero si alguién tenía problemas de huesos ponía la pez necesaria para sacarlo adelante, cojo o lo que fuera pero que saliera adelante.
El corretaje
A los pueblos no se podía ir a vender los productos de otro lugar porque si no se arruinaba su economía: Había que pagar el corretaje y Perrerías entendía bien el oficio.
2006-09-26 17:40:19 Oficios perdidos(II)
El "tío los chochos"
Picapedreros y albañiles
2006-09-26 18:30:53 Oficios Perdidos (IV)
El telar del Sr.Miguel.
Dn. Lorenzo se pasaba todo el año, menos Semana Santa, en la casa del Tío Chagal de la calle del Tablado. Cuando alguien llegaba al pueblo un poquito despistado o exigente, no era raro que fuera preguntando por él y se topara con tan desagradable figura. Había risas para un buen rato...
2006-09-26 20:02:09 Oficios Perdidos(V)
Llevar un carro de bueyes no lo hace cualquiera y menos con la maestría que lo hacía Telesforo. A veces tenía que pasar por caminos muy estrechos, con piedras y sabía salir de todos los atolladeros. Cuando iba vacío no le importaba llevar una carga de niños con la única condición que fueran sentados.
2006-09-27 22:42:49 Oficios perdidos (VI)
La fragua
En la herrería el fogón / para siempre se ha apagado,
Ya no hay brasas, ni un tizón / y no se ve un sólo arado.
La fragua ya está cerrada / sólo queda en el pasado
Aquella Alberca afanada/ del caballo, yegua, herrado.
No fabrican herraduras/ ni tampoco guías, aros, ...
Ni al fuelle le dan los niños/ y no juegan con los clavos.
El herrero te hacía "un pión" / "a luego"-no había dineros-
Ya no se oye aquel tin, ton, .../ planchas, latones, calderos, ...
Hoy la fragua ya ha cerrado / y echa de menos la gente,
El yunque, martillo, arado, .../ y aquel herrar tan viviente.
¿De qué se hará el sahumerio/ si era el casco el preparado?
ISIBE-.
La colchonera.
La colchonera por excelencia era la Tía Tina: Una mujer alta, simpática y muy divertida.Vareaba la lana de los colchones con dos varas largas y un estilo magistral. Pero siempre detenía su trabajo cuando pasaba al lado de ella un niño; entonces movía las varas tras el culete del mozuelo que era digno de ver. En el rincón de la calle que estaba la Tía Tina haciendo un colchón seguro que había ambiente divertido.Pese a ello nunca dejaba de varear o coser, romover la lana, elevarla con una vara, desenredarla con la otra...y divertirnos a todos.
La partera
La partera durante bastante tiempo fue la sra.María, la de Pale, se fue al norte de España y quien tomó posesión del cargo fue Luisa la Pitoca que también hacía obleas. Orientaba a la parturienta y avisaba al médico cuando llegaba el momento oportuno.
La curandera Vivía junto al lado del médico. Ella era habitual en su consulta pero si alguién tenía problemas de huesos ponía la pez necesaria para sacarlo adelante, cojo o lo que fuera pero que saliera adelante.
El corretaje
A los pueblos no se podía ir a vender los productos de otro lugar porque si no se arruinaba su economía: Había que pagar el corretaje y Perrerías entendía bien el oficio.
2006-09-26 17:40:19 Oficios perdidos(II)
El "tío los chochos"
Sergio fue un buen vendedor de chochos, altramuces, caramelos... A los chochos los llamaba "pirulíes" y los pregonaba con una gracia sin par.Los vendía en un cucurucho de papel en el baile de la Plaza, en el paseo de los domingos, en la mitad de la película, ...
Los churros de la Perdía
Los iba vendiendo por las calles al mismo tiempo que los pregonaba. La churrera era un oficio femenino y el producto excelente.
Escuelita de verano
En la escuela de La Alberca de los años cincuenta de Dn César, de Dña Aurora, de dña. Agustina, de Dn Ricardo, de Dña. Rita... No había exámenes ni notas. Lo importante era aprender a leer, escribir, hacer cuentas y estar a bien con Dios porque oraciones y catecismos se aprendían por un tubo. En las vacaciones una señora llamada la Mogarrala que también hacía dulces recogía algunos niños para que no estuvieran todo el día holgando.Llevaban su sillita, pizarra, pizarrín y eso sí iban simpre muy bien peinados.
2006-09-26 18:58:21 Oficios perdidos (III) Picapedreros y albañiles
Daba gusto ver como trabajaban aquellos picapedreros con sus gafas protectoras y palo largo de martillo que movían con gran habilidad .Entre los albañiles Sindo igual te hacía un portillo que te gastaba una broma con gran habilidad.
La sierra de Calentino
Fue la primera industria madedera del pueblo. En ciertos momentos nos dejaba los vóltimetros de los aparatos de radio al mínimo.Se oía bien cuando Tirso, Moisés o José descansaban para ponerle un cable al carretillo y divertirse con los chavales. "Hace cosquillinas!"-decíamos. Y no podíamos llevar carros de serrín a la bajada del Tablado
El alguacil
Las noticias corrían de boca en boca. Para darle oficialidad estaba el alguacil. Este tocaba su trompetilla en cada esquina del pueblo , esperaba unos segundos y pregonaba que había llegado el capador, venta ambulante en el Solano, que había que barrer las calles, que se habían perdido unas llaves, ...
Cacherina, el Sr. Domingo, Alejandro "Galandino", cada uno a su estilo, fueron excelentes alguaciles durante mucho tiempo.El telar del Sr.Miguel.
Le llamábamos el padre de la Socorro. Tenía un telar en el rincón del Tablado que era digno de ver por la cantidad de artilugios de medera que movía cuando lo utilizaba. No entendiamos su mecanismo y acercarse mucho a él no se podía.
Peluqueros.
Cuando Leandro "el Gafas" se fue para el norte nos dejó al pueblo sin peluquero. Amadeo ya era un poco mayor y en alguna ocasión me comenzó a cortar el pelo y al decirme que bajaba un momentito abajo y no subía, me tocó ir a la taberna del Colorao y decirle ¡Amadeo qué pasa! ¡Uf, chico qué se me había olvidado! Cosas del oficio, ...
El señor de las visitas. Dn. Lorenzo se pasaba todo el año, menos Semana Santa, en la casa del Tío Chagal de la calle del Tablado. Cuando alguien llegaba al pueblo un poquito despistado o exigente, no era raro que fuera preguntando por él y se topara con tan desagradable figura. Había risas para un buen rato...
Entre otros oficios propios del lugar y que también se fueron perdiendo están:
El relojero
Vivía enfrente de las escuelas y era el encargado de limpiar y mantener el reloj de la Torre de la Iglesia, que funcionaba perfectamente y era orgullo de toda la comarca.
El sacristán
Sabía latín y llevaba perfectamente la misa y todas aquellas funciones que tenía que realizar con el cura bien en la Iglesia, en entierros, procesiones, .. Tocaba el órgano de una forma muy personal y necesitaba que unos chiquillos le llenaran el fuelle. Como le haciamos bastantes perrerías el hombre tenía demasiada paciencia con los chiquillos.
El electricista
El encargado de dar la luz de las calles al atardecer era el Sr. Sebastíán, tenía unas escaleras muy largas para poder cambiar las bombillas y arreglar los cables que se enganchaban con el heno o las obras.
Conductores de carros Llevar un carro de bueyes no lo hace cualquiera y menos con la maestría que lo hacía Telesforo. A veces tenía que pasar por caminos muy estrechos, con piedras y sabía salir de todos los atolladeros. Cuando iba vacío no le importaba llevar una carga de niños con la única condición que fueran sentados.
2006-09-27 22:42:49 Oficios perdidos (VI)
La fragua
En la herrería el fogón / para siempre se ha apagado,
Ya no hay brasas, ni un tizón / y no se ve un sólo arado.
La fragua ya está cerrada / sólo queda en el pasado
Aquella Alberca afanada/ del caballo, yegua, herrado.
No fabrican herraduras/ ni tampoco guías, aros, ...
Ni al fuelle le dan los niños/ y no juegan con los clavos.
El herrero te hacía "un pión" / "a luego"-no había dineros-
Ya no se oye aquel tin, ton, .../ planchas, latones, calderos, ...
Hoy la fragua ya ha cerrado / y echa de menos la gente,
El yunque, martillo, arado, .../ y aquel herrar tan viviente.
¿De qué se hará el sahumerio/ si era el casco el preparado?
ISIBE-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario