Vida en La Alberca: Al calor de la lumbre de suelo
En la década de los sesenta era muy corriente en los meses de otoño que hubiera días con fuertes vendavales acompañados de racheadas lluvias que agitaban los numerosos y elevados castaños y nogales que rodeaban el pueblo. Silbaba el viento entre los aleros de los desafiantes tejados y descolocaba alguna teja que iba a necesitar el socorro de un cubo que había después que vaciar a la calle."¿Agua va...!"
En lo alto de la cocina y sentados en tajos de tres patas al lado de la lumbre de suelo el padrino nos contaba historias, leyendas o sucesos de la vida local. Una bandeja de obleas siempre estaba presente al alcance de la mano: "¿Vamos comed que hoy el viento pega de lo lindo!" Bueno:"¡Pillastra, esperemos que no se vaya la luz!" Y en efecto, el vendaval había arrancado en la dehesa algunos postes y esa tarde ya sabíamos que teníamos que irnos pronto para casa. Del campo llegaban algunos campesinos montados en sus mulos y recubiertos de grandes capas chorreando agua por todas partes. Los más jóvenes se cubrían la cabeza y la espalda con un saco y con una vara finita conducían a las cabras torponas o al cerdito rebelde. Daba gusto ve la cestita de "cogolmillos" recien cortados y las manzanas, peras o castañas que brillaban entre los productos que traían del campo. Después el velón, un candil o una vela nos iban a acompañar a cenar pronto. (continúa)2006-09-24 19:05:16
A la Peña en Romería
Subir en septiembre en romería a la Peña es lo que más gustaba a los niños y sobre todo en aquellos camiones que adaptaban su caja para que la gente pudiera ir sentada. Al aire libre, parándose en las curvas, saltando baches, piedras, saludando a los que iban andando o en burro por los caminos; entre risas y empujones cantando con Chagüe(que nunca se cansaba de tocar) aquello de :"Dime dónde vas morena, dimé dónde vas salada..." y después con "el Gerardito, Gerardito vamonos para El Casar, ..." Los paloteos y castañueleos de los romeros hacían envidiar a las gentes del pueblo cuando llegaban."¡Más traío las almendras!" "¿Qué no quedaban?" "!Acuerdáte cuando yo vaya!". 006-09-24 18:49:13
Subidas a la Peña de Francia
A la "Peña" subíamos andando.Quedábamos a las cinco y media de la mañana, pasábamos por el Humilladero camino de L´Eras y allí hacíamos una pequeña parada. La subida era dura, lenta pero reconfortable.Cuanto antes salieras del pueblo ibas a disfrutar más del amanecer y pasar menos calor. Atrás iban quedando valles y montañas sumergidos y se iban descubriendo hermosos paisajes. "¡Mira la Peña El Huevo, parece que está tumbá!". "¡Aquella sierra es la de Bejar" y "¡Esas son Las Peñas Tiritinas!" Por fin, ¡ La Fuente de los Lobos!; allí, ya estamos arriba; a un paso. En la Peña íbamos de un lugar para otro, asomándonos a los riscos, visitando la iglesia, la cueva de la aparición de la Virgen y disfrutando con la vista de estos hermosos canchales. Había quien te contaba que Dn:Miguel de Unamuno se pasaba aquí una buena temporada en los veranos; y pensábamos y ¿no se aburriría?... Después jugábamos a descubrir pueblos:"¡Mira aquel es El Molinillo! ¡Ese otro creo que es Pinedas!, ..."Cuando tocaba la campana de La igesia nos íbamos para Misa; en el sermón el Padre Constantino nos emocionaba con su inigualable voz:"Amadísimos hermanos que venís a visitar a la Virgen de la Peña"... "¡Bueno, ¿dónde vamos a comer? ¡A la sombra de un "cancha"!¡Vale!" La comida en la Peña tiene un sabor especial, todo lo que te traes te comes... Y a eso de las cinco ya dices.¡Vamos a la Plaza a comprar unas almendras y a ir bajando.." Inevitable el Padre Constantino nos tenía que despedir a base de cánticos y vivas ¡Qué salmántino o serrano de los pueblos cercanos a la Peña no se sabía si no entero sí ciertos trozos del Himno a la Virgen! (La musiquilla todos). La bajada de la Peña a La Alberca hay que hacerla con cuidado. Pero no es muy dificultuosa. "¡Yo prefiero subir en burro y bajar andando!" "¡Anda éste y yo!" -ISIBE-.
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