TIEMPOS DE CARNAVAL EN TROVAS Y RELATOS –I-
Disfraces. Enmascarados.
Patahenos. Hilanderas.
Pachangas. Ensabanaos
Mozo-toros y carreras.
Luego jamón, carne asada.
Cervezón, o buen vinillo.
Esto sí es carnavalada.
Que al Rocío vamos ¡quillo!
La primera vez que oí la palabra “pachanga” fue a la señora Dolores, en el Rincón de la Maina. La señora Dolores era hija de la Tía Triz, como decíamos en La Alberca, que era una auténtica eminencia en conocimientos y saberes de las cosas de su pueblo. Me encantó la palabra, la busqué en el diccionario y ponía.: diversión, jolgorio. No habría hecho falta pues la señora Dolores me recitó una poesía, que seguro que venía de los años de juventud de su madre y decía así:
Donde hay mozos hay pachanga
Donde hay mozas alegría
Donde hay viejos rezongones
Sermones todos los días.
Pues bien, el franquismo prohibió los Ensabanaos con la cara tapada, quizás por eso de los posibles desquites o venganzas; no obstante, salían a la calle y para evitar problemas iban con la cara descubierta y moviéndose en espacios conocidos.
LOS ENSABANAOS
¡Cuidado! ¿No ves que llegan?
Con un palo “ensabanaos”
Además ¡Qué fuerte pegan!
¡Al portal! Y bien” pechao”.
Se han metido por la cuadra
Y la “puertina” han forzado.
El perro ladra que ladra
La gallina “sa´spantao”.
Nos han dado treinta palos
Menos mal que “simulaos”
Por la calle van que vuelan
Caminito de la plaza
Con las sábanas “tapaos”.
Mas, por callejas se cuelan
Que allí temen que haya “caza”. -
O quien sabe, sean multados-.
El carnaval era, por tanto, más íntimo; más de rincones y plazuelas y…¡Con los ojos bien puestos!
Disfraces. Enmascarados.
Patahenos. Hilanderas.
Pachangas. Ensabanaos
Mozo-toros y carreras.
Luego jamón, carne asada.
Cervezón, o buen vinillo.
Esto sí es carnavalada.
Que al Rocío vamos ¡quillo!
La primera vez que oí la palabra “pachanga” fue a la señora Dolores, en el Rincón de la Maina. La señora Dolores era hija de la Tía Triz, como decíamos en La Alberca, que era una auténtica eminencia en conocimientos y saberes de las cosas de su pueblo. Me encantó la palabra, la busqué en el diccionario y ponía.: diversión, jolgorio. No habría hecho falta pues la señora Dolores me recitó una poesía, que seguro que venía de los años de juventud de su madre y decía así:
Donde hay mozos hay pachanga
Donde hay mozas alegría
Donde hay viejos rezongones
Sermones todos los días.
Pues bien, el franquismo prohibió los Ensabanaos con la cara tapada, quizás por eso de los posibles desquites o venganzas; no obstante, salían a la calle y para evitar problemas iban con la cara descubierta y moviéndose en espacios conocidos.
LOS ENSABANAOS
¡Cuidado! ¿No ves que llegan?
Con un palo “ensabanaos”
Además ¡Qué fuerte pegan!
¡Al portal! Y bien” pechao”.
Se han metido por la cuadra
Y la “puertina” han forzado.
El perro ladra que ladra
La gallina “sa´spantao”.
Nos han dado treinta palos
Menos mal que “simulaos”
Por la calle van que vuelan
Caminito de la plaza
Con las sábanas “tapaos”.
Mas, por callejas se cuelan
Que allí temen que haya “caza”. -
O quien sabe, sean multados-.
El carnaval era, por tanto, más íntimo; más de rincones y plazuelas y…¡Con los ojos bien puestos!
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