EL
RAYITO DE LUZ DEL QUE NUNCA MÁS SE SUPO-
MEDIA PARTE-
Hemos
logrado fotografiar a este extraño objeto gracias a las modernas máquinas de
retro-proyección, pues existían indicios de que había existido dentro de esta
historia tan sugestiva de “aparecíos y desaparecíos” en momentos determinados
y a través de los cambios existentes a
lo largo de la historia de los tiempos.
Para
unos era una especie de estrella de Belén, de guía-caminos para seres
predestinados.
Para
otros, astutos desprendimientos del sol a través de los cercanos aleros de los
tejados que jugueteaba con haces de luz en claroscuros de fachadas albercanas.
El
extraño acontecimiento estaba servido para todas aquellas temerosas almas del
siglo XVI que veían constantes pruebas de milagros sublimes por allá donde
quiera que iban.
El
caso es, que poniéndose al lado de los que más pisaban el suelo, su existencia
se debía a una fuga de los sequeros de las antiguas viviendas, que después de
calentar y ablandar las castañas salían estos rayitos de humo de entre los
intersticios de las maderas de los sobrados. El viento los arrastraba. E
instantáneamente se disipaban, porque no tenían mensaje que transmitir. Esta
era la teoría científica más aceptada
Pero lo raro es que algunos rayitos de humo estaban
predestinados a acompañar a sus amos o
amigos por caminos, pueblos, aldeas o por los lugares en que se movían.
Un
buen día en que un noble y digno peregrino se dirigía, allá por el siglo XVI al
santuario de Nuestra Señora de Peña de Francia con motivo de sus ferias y fiestas
septembrinas. Habiéndose alojado en el Santo Hospital que está en el fondo de
la Plaza albercana- hoy biblioteca., notaron algunas personas del lugar como al
llegar el peregrino, el haz de luz permanecía
cercano a su residencia, al mismo tiempo que la otra parte del haz indicaba el
santuario de nuestra Señora de La Peña de Francia. Trataron de acercarse a él y
analizarle, no sin el miedo que el movimiento hacia adentro que originaban sus extraños dibujos pudieran
tener un super poder que los absorbiera en un momento y los quitara como
vulgarmente se dice del mapa.
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