sábado, 26 de octubre de 2013

EL RAYITO DE LUZ DEL QUE NUNCA MÁS SE SUPO--FINAL--









EL RAYITO DE LUZ DEL QUE NUNCA MÁS SE SUPO – FINAL-

De Manuel, uno de los mozos que mejor echaba la maroma al toro el día de la fiesta, se apostó un decalitro de tinto que él pasaba debajo del extraño objeto cubriéndose con un banasto que tapara la anguarina de un tío suyo, que era la más compacta de todo el Barrionuevo. Pasó, pero la culebrina que le salió en el cuello horas después, indujo extraños presagios.
 Rocha,el de la Barrera, el mejor saltador de las hogueras de San Juan, al ir a pasar notó extrañas humedades en la parte baja de sus bombachos, por lo cual también desistió. Mientras todas estas extrañas cosas sucedían al ver unos del lugar que se había alojado en el santo Hospital el famoso Tío de las Medallas-vulgarmente, Tío del´Unto -se lo llevaron unos cuantos mozos a la Fuente de la Balsá donde fue santificado en agua y bendiciones con todos sus ropajes. No obstante el rayo de extrañas figuritas seguía allí presente.
Antoñita, la de los Antoñitos, famosa curandera, fue llamada para que lo hipnotizara y después de hacer multitud de humaredas y conjuros el rayito de luz de luna clara seguía allí vivito y coleando
 La mejor ocurrencia fue la de Juanito el de la de los Remedios, puso un calvochero a fuego lento de leña y chimenea de tubo de lata, debajo del Rayito; estuvo asando castañas gratis para todo el pueblo.
Jesuli el del Morao, colocó allí al lado diez pellejos de vino con auto lavado y servicio de vasos también gratis y las grandes cogorzas obligaron a quitar todos estos artilugios y armatostes.
A los pocos días, algunos vecinos vieron como el Rayito de Luz se desplazaba, siguiendo a alguien, como un amable huracán hacia el Risco de la Peña de Francia.
 Era el día 7 de septiembre, nunca se había congregado tantos albercanos en lo alto del Santuario. Ya nadie veía el extraño rayo de luz. A las doce de la mañana, en la Santa Misa, cayó una tremenda granizada. Llovía, granizaba, y se llenaba el suelo de grandes pelotas de tenis de nieve. Media hora después se despejó de nubes toda la Peña de Francia.
 Por fin iba a ser un buen año de nueces como había pronosticado Juítas.
¿Y el rayo de luz? dicen que se esfumó. O se lo llevó a otra parte el famoso Tío Del´Unto de las Medallas No obstante en este juego de “aparecíos y desaparecíos” a lo largo de los siglos es posible que el día menos pensado retorne y reivindique sus funciones en los antiguos sequeros del lugar. ¿Y las castañas pilongas? Cada vez se añoran más.
 Pero lo que sí es seguro que desde allá, del siglo XVI y después de todos aquellos acontecimientos de aquel Rayito claro de luz nunca más se supo...

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