LA ALBERCA EN 1911- y V-
EL MOTIVO DE ESTE VIAJE
Juan de Salamanca provecha este viaje
que tenía que hacer Santiago Madrigal a replantear el cuartel de la Guardia
Civil de La Alberca y al que ofreció un
asiento.
“El automóvil permite recorrer largas
distancias. A las seis y cuarto salen
de Salamanca. A cada paso se
plantaba delante del auto algún perrazo que corría unos metros a nuestro lado,
declarándose vencido.”
“Al ruido de la bocina las gentes de los
pueblos salían corriendo y se plantaban al lado de la carretera, mirándonos
asombrados.” “Llegamos a la Fuente de San Esteban y nos detuvimos en la posada
de de Charanga. Renovamos el agua al auto”. “ Arroyomuerto queda atrás y el automóvil sigue corriendo; poco después
estamos en Sequeros en el parador de Anaya. Dejamos el auto; en dos caballerías
nos espera el teniente alcalde de La Alberca. Llegamos a las Casas después de
tropezar mil veces en el pedregoso camino. Cuesta arriba arremetemos con
Mogarraz: un cementerio, una calle moruna por la que baja bravucona y alegre el
agua de un regato, otro rato de caminata y estamos en La Alberca.
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