lunes, 2 de noviembre de 2015

Y...¿DESPUÉS DE "LAS CALBOCHÁS"?...¿QUÉ? -I-

Y..¿DESPUÉS DE “LAS CALBOCHÁS”?...¿Qué? –I-
-RELATOS PARA PASAR BIEN  EL RATO-
Qué bien se está  en este tiempo, que ya va haciendo frío, al calor  de la lumbre de suelo. Como dice un clásico entendedor de las buenas costumbres: “Bien sentadito en un tajo, para estar así más bajo. Teniendo enfrente ese fuego, que te inspira y duerme luego”.
 Aunque las antiguas chimeneas con sequero ya van quedando muy pocas. No obstante para eso está la salita con el fondo oscuro de la pantalla del televisor apagada. Con el mando a distancia  puedes ir pasando todas las escenas de tu vida que quieras en ese momento. La pantalla oscura calma, ahorras luz y vista.
CONFESIONES
¡Ave María  Purísima? Pasa hijo que soy tu propio portátil. Ya sé que los que erais “niñitos” allá por los años cincuenta tenéis algunas faltitas que sacar de vuestra mente. Lo vamos a hacer en trova macarrónica que así la palabra es más tuya, más mía y más de todos. Pues… ¡Adelante!:
No teníamos sprays. / - Ni falta que nos hacía-
Dime ¿Y dónde se escribía?
A ver si lo adivináis
“Que el wasap tampoco habría”.

Te diré que se escribía… / Aunque siguiera… de “¡ays!”
Por hacer tal perrería.
No adivino
                        ¿Diga usted?
Un tizón y en la pared
Que da a la parte de atrás…
¿De la casa del “tío” Blas?
O la señora María.

Vamos a ver, que se vea /¿Qué es lo que entonces poníais?
¿Lo del tonto el que lo lea?...
“Cagón”,”Meón”, “Eme con ays”
O cualquier cosilla fea.

Y al que pillaban .¿Qué hacían?”/ Si de la casa, era el hijo
¿Te imaginas? Le reñían.
Y un piropo: “el niño es pijo”.

Que era desconocido…/ Le miraban las orejas
Y siempre: “¿A qué tú no has sido?...
Entonces, ”¿pa” que te quejas?.

Verás, estos pecadillos / Se resuelven a cal viva.
Son propios de los chiquillos
Que hacen gala de  inventiva:

Le pintaréis la pared / A Blas y a la tía María.

La siguiente  tentativa
La decisión ya no es mía
El asunto pasa al juez.

Y si os crece mucho el pelo. / Marchad a la barbería
Seguro que vais al cielo.
¡Al cero, más bien diría!

¿A qué ya,  no habrá  otra vez?

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