REFLEXIONES QUIMÉRICAS DE UN PERRO DE CARRETERA
-Entre la finca del Mister y el Huerto
de la Carambanera-
DONDE SE CUENTA LO QUE SE VIO ALLÁ POR
EL AÑO DE MIL NOVECIENTOS CINCUENTA:
¿Qué tendrán esos cacharros / que al
perro tanto alborotan?
Lancen polvo o escupan barro.
Verlos cerca no soportan.
¿Querrán darle un buen mordisco / A las
ruedas de adelante?
Mientras le cae un pedrisco
Del dueño vociferante.
Se escapó en la cuesta abajo / por los
humos que lanzaba.
Y surgió –cuesta trabajo-
La apuesta de quien ganaba.
Del coche porque corría. / Del perro
porque ladraba.
Del uno porque advertía.
Del otro que acomodaba.
No se enfade señor amo. / Ya vendrá
quien le detenga.
El buen ambiente reclamo.
Y
este “guau” lo recomienda.
Y
DONDE SE CUENTA LO QUE HOY SE VE, EN EL
DOS MIL QUINCE:
Hablan de los Eléctricos / Que dicen no
contaminan.
Y se acercan los Atléticos
Si bien corren o caminan.
Pero, su gracia ¿Cuál es?
/Por lo pronto nos dominan
Sin conductor ya los ves
Inteligentes y estéticos.
¿El caparazón es de hierro? /¿Ya van con
agua marina?
¿Han dejado en paz al perro?
¿De dónde vienen?... ¿De China?
“El voy a ver…” Aún no cierro.
Los perros nos han ganado / que dentro del coche van
Lo que te digo yo…¡Vamos…!
Con cascos a cada lado
La postura de un sultán.
Y cinturón…
¡Ves!... Los amos.
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