viernes, 6 de marzo de 2020

TRATAMIENTOS-I I I- EL “LA” Y LOS DIMINUTIVOS















TRATAMIENTOS-I I I-

            EL “LA” Y LOS DIMINUTIVOS
-“Riamos y el mundo reirá con nosotros. Lloremos y se nos pondrá la nariz colorada”-Cita de Burke.
-“La mejor manera de tener presente el pasado, es hacerlo de una manera alegre y jovial”
El “La-la.la” lo cantó Massiel; no lo inventó ella. El “la” es una forma popular que se antepone al nombre para dar a conocer a ciertas personas. Aunque los artículos no se deben anteponer al nombre, en estos casos, según la RAE. En el habla popular es muy significativo yfrecuente, acompañado  en muchos casos con la preposición “de”. Por ejemplo: “La Juana , la de Gabi”; “La Trini , la del farmaceútico”; “La Mari, la de Piri”;”La Fefi, la de Moisés”,…
Algunas veces el “la” va sólo: “La Rita”, “La María José”, “La Ramoni”, “La Huye”,…
Otras veces se le añade el apodo familiar: “La Dolores, la Estoca”. “La Tere, la Calentina”, “La Rosa, de la Chicaina,…
En ciertas ocasiones  hay que especificar mucho más: “La Rosa, nieta de la Santiaga y esta hija del Tío Clemente”,…
Si el “tío” se emplea mucho para los hombres, en femenino es menos corriente. En este aspecto nos extraña el anterior escrito; decir “La tía Pilar”, no suena bien y sí Pilar a secas o “Pilar, la hija del Cuco”, aquí entra  a formar parte la campechanía o la familiaridad  de la persona si ha vivido más en la ciudad.
Los diminutivos abundan en La Alberca como en otros sitios: “Pedrín Calentino”, “Pedrín Pinturas”, “Pedrín Quiliano”. “Isidrito de don Luciano”. “Juanito Canete”, “Cosmín, hoy Don Cosme”.
Si decimos Don Pedro, ya sabemos que es un cura, como Don Juan; Don Miguel,- el de la Vale-, Don José Luis,…¿Qué no me entiendes? “Don José Luis, el de la señorita Vicenta. Si no me entiendes aún, más claro: “Don José Luis, el nieto del señor Pepino y sobrino de Doña Vicenta,… Más claro sería…¡ya agua!
Leído  lo anterior, nos dice Peromingo, desde su alto de las Peñas Tiritinas:
Todos somos conocidos / En nuestro pueblo natal
            No por nombres y apellidos.
            Por un “algo” muy especial.
Dijo: Me gusta Bonanza / Y ese sería su apodo.

Repitió, tres veces: Mister /Y ya no sería chanza
Lo escuchó hasta por los codos.
“Es Mister, no Sancho Panza”

Eran tiempos de turismos. /Veraneantes, berberechos…
            Y de muy buenos manzanos
De serranas, buenos pechos.
Los jamones de Quiliano
Las canciones de Los Mismos
            Algo tendría Rompetechos
            Que era alegre y campechano
            Como el Porru, por lo mismo.
¿Eso era ayer y hoy?
Si el “la” era para ella y el “el”, era para él. ¿Sucede lo mismo hoy? La botella de miel, sigue siendo para ella  y…¿dime? el tarro de miel, bien claro que es para él.
Siempre habrá quien quiera sacarle tres pies al gato Pero el tío Maicho ha existido; como Paisa; Don Lorenzo-por Juítas; la señora Caspirra; la tía Antonia con su título de curandera; Perrerías-Jesús- de corretajero; la Chón; la Chivina;Cagacerote; Matasantos;
Los Pepitos; el Tío Pale;la Pitina; La Popa: la Pintura; La Paquera; La Merchana; Luisa, la Pitoca, la partera; El tío Dios; El Azoplaó; L´Andandina;…



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