HISTORIAS DEL
CINE ALBERCANO
- EL DEDO DE DON
SATURNINO-
En la década de
los años cincuenta el teatro en La Alberca se vino abajo. Quedaba únicamente
para la comedia del Solano y alguna representación circunstancial que se
atrevían a hacer personas que tenían una gran tradición y afición familiar.
Llegaba el cine
y todo lo arrasaba. Desparecieron las célebres plateas y mermó el gallinero. El
patio de butacas estaba lleno de bancos como los de la iglesia. La película se
encargaba a Salamanca, las traía Victor en el coche de Línea.
Los domingos
había una pequeña sesión para niños con el consiguiente sello en la mano de haber asistido a la Doctrina. Mientras tanto en la Plaza el tamboril tocaba “baile
suelto”. Momentos que don Saturnino aprovechaba para fiscalizar a
aquellos que bailaban “el agarrao” un poco atrevidos, es decir que se pasaban
de la barrera que marcaba el brazo femenino.
Y comenzaba el
cine: alboroto, aplausos, silbidos, comentario por lo bajo... comentando el film -Sergio vendiendo “pirulies locales”.Y si se iba la luz había que llamar a
Alejandro para que encontrara la avería si esta era en la calle. De pronto un
pataleo muy grande:¡Que venga la luz…! Cuando volvía, un tremendo coro de silbidos,
descubría el dedo de Don Saturnino, no se podían ver los besos. "Pero si no eran besos, eran besazos, algo sin duda divinos, que llegaban a Don Saturnino, de los pies hasta los brazos" Y más pataleos y más silbidos. ¡Ay, pobre pueblo albercano! Lo que tapó aquella mano...Gary Cooper que estás en los cielos, santificados sean sus besos,...
Mientras el público
se emocionaba viendo domingo tras domingo: Morena Clara, La Hermana San
Sulpicio, Nobleza Baturra, Currito de la Cruz, Un caballero Andaluz y se empapaba
de Miguel Ligero, Imperio Argentina, Manuel Luna, Jorge Mistral, Ana Mariscal,
Rafael Ribelles, Lola Flores,…
El dedo de Don
Saturnino pasó a la historia local como un anticipo que algo ya nos anunciaba: las
terribles consecuencias de vivir tan “arrejuntados” El anticipo del hoy ya
nefasto Coronavirus-19.
Mira la Peña del
Huevo / Con su hermana la de Francia.
¡A qué no ves algo nuevo?
Guardan prudente distancia.
Pese al pueblo
de La Alberca / / Que a las dos las tiene cerca.
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