OTRA
MANERA DE CONTAR LAS COSAS
EN
CASA DE LA VECINA
TODOS LOS GATOS SON POETAS
De
pequeño era encantador. Hasta le llevaban un platito con unas miguitas de leche
y daba gusto verle como se relamía la
boca. A las vecinas les encantaba. Pasaron unos meses y el gatito se subía al
sobrado de la casa, jugueteaba por las escaleras. Hasta que se soltó y empezó a
hacer de las suyas. Sobre todo, investigar. Entraba por aquí, salía por el otro
lado y todo lo olfateaba. Hasta que un día, esa lumbre.., ese puchero…. Acercarse
era peligroso porque las quemaduras de rabo, no se curaban en ese pueblo. Había
que ir a la capital. Pero a Faqui le gustaba la vida tranquila, de tejado a
tejado y lo más de debajo de un coche hacia el otro.Y a esconderse.
LAS TRAVESURAS DE FAQUI
¡Ay,
qué ver!/. // ¡Cuántos! ¡Y cuántos!
Disgustos…!!-¡Esto ya no puede ser !//
¡Cómo
olía esa cocina….!!-
Pero..¿Cuál? ¿La de los sustos?…
Si
se quemaba el bigote / No aparecía en un mes
¿Dónde
estará? Dime, pues…/ (Tengo escondido un
garrote)
Pero me callo-¡Ya ves…!
Mas, si le pillo estrambote.
Pobrecito
del misino / El hambre que está pasando
Y
enseguida la vecina / Que siempre tiene buen tino:
Pues
le damos vitaminas / Quina Quina Catalina
Dirás santa, mi vecina.
Gotitas
“pa” la retina / Para el bigote “Crescendo”
Le pesamos. Le cuidamos.
Al
templo de vez en cuando
Ya que el cielo lo está viendo
Y
le damos oftalmina.
Pues
ciego se está poniendo.
En casa de la vecina.
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